Empezaron con una ducha romántica. Agua caliente, espuma, unas copas... Y claro, la cosa se calentó y acabaron follando. Empezaron de forma romántica pero acabaron en plan salvaje, menudo polvazo se pegaron. Una vez pasaron a follar, la tía se puso a cuatro patas y el tío le dio con todas las ganas y la fuerza que pudo.