A Blake Blossom se le había estropeado la ducha, había llamado al seguro pero venía del gimnasio y necesitaba ducharse antes. Así que le pidió un favor a su vecino Preston Parker. Le pidió si le dejaba usar su ducha y él obviamente le dijo que sí. Con lo que no contaba la rubia es con que el golfo de su vecino se iba a acabar metiendo en la ducha con ella. Aunque visto lo visto, tampoco es que le molestara demasiado...