
Vaya suerte la de este chico, ha ido a parar a la psicóloga más guarra de toda la ciudad. No hablan mucho y enseguida se pone ella manos a la obra, comiéndole toda la polla para ofrecerle su coño, después lista para ser follada bien duro. Así hasta recibir una sabrosa corrida por toda su cara de madurita.