A ver Chad White, si vas a casa de Angela White para hacerle un masaje y le terminas echando un polvo estando su marido en casa... Pedirle que no chille de placer parece demasiado, más a una golfa como ella con lo que le gusta el sexo y el morbo. Anda que ya os vale, el marido trabajando ahí con el portátil en la mesa y vosotros dale que te pego... Si es que os arriesgasteis al máximo.