Josephine Jackson se fue a una zapatería a comprarse unos zapatos nuevos pero la muy golfa se fue sin bragas. El zapatero se puso de rodillas para probarle unos zapatos y a parte de quedarse alucinado con los preciosos pies de la chica, cuando alzó la vista y le vio abierta de piernas con el coño al aire... Eso sí que ya fue la hostia.