Estaba harto de que su hermanastra le diera por caso. A la que se quedaba dormido le pillaba el móvil, la cartera o lo que a ella le interesase en ese momento. Total que el chico estaba ya hasta la polla. Y mira, justo eso es lo que usó para darle su merecido a la hermanastra, la polla y una cuerda para atarla mientras se la follaba duro en el sofá.